Normas más estrictas a partir de diciembre para volar drones en México
El uso de drones se extiende en México, se comercializan con facilidad en tiendas especializadas, y por lo general se adquieren con fines recreativos, pero la adquisición de estas aeronaves no incluye la licencia o el conocimiento de la reglamentación que debe seguir.
Actualmente existe una norma en el país sobre el uso de drones por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que determina la reglamentación a seguir para pilotar naves no tripuladas, sin embargo, hasta el momento las infracciones a esta norma son sólo de carácter civil.
En entrevista con Notimex, el director de proyectos de Amacuzac, Luis Salazar, señaló que dicha dirección sigue los reglamentos internacionales establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional, la cual establece la necesidad de una licencia para volar una nave no tripulada, así como la obligatoriedad de la misma a partir de diciembre.
“La necesidad de licencia para tripular drones está vigente, pero la Ley de Aviación Civil, establece en el transitorio II que se deben de modificar en diciembre todas las regulaciones en materia de drones, es cuando entrarán en vigor todo el peso de las multas”, señaló.
A partir de diciembre de 2018, con la publicación de la normatividad sobre vuelo en el Diario Oficial de la Federación, volar drones sin licencia podría costar hasta 403 mil pesos de multa. La multa, destacó, es porque no tener conocimiento de los riesgos puede costar la vida a pasajeros en naves tripuladas.
La DGAC considera que la responsabilidad del piloto de drones es equiparable con la responsabilidad que tienen los demás pilotos, esto debido a que el espacio que ocupan es común al de las naves tripuladas y, en ocasiones, la presencia de un objeto de determinado peso puede poner en peligro la estabilidad de algún vuelo o de las personas que se encuentran bajo las aeronaves.
De acuerdo con el directivo, el vuelo de naves no tripuladas es un asunto que debe tomarse seriamente, ya que la presencia de estas naves puede afectar el desempeño de otras, por lo que la regulación que se publicará en diciembre en el Diario Oficial de la Federación debe considerarse como un logro para la seguridad en los vuelos.
“Saber tripular un drone es importante porque vamos a ocupar un mismo espacio aéreo donde están aeronaves tripuladas, entonces si no sabemos por ejemplo que estamos en un área de aproximación de vuelos, podemos meter en problemas a un avión, lo que queremos saber es dónde está permitido volar, dónde no está permitido volar”, dijo.
Luis Salazar indicó que aunque todavía no es claro si las naves con un peso inferior a los dos kilogramos también entrarán en la regulación, en la DGAC sí se tiene contemplada la necesidad de un permiso y de regulación para las naves que se comercializan en centros comerciales y páginas de internet.
“No está claro todavía, pero a la tendencia a nivel mundial es bajar de dos kilosgramos a 250 gramos para requerir una licencia”, dijo.
Los pilotos de drones deben considerar que los riesgos en el vuelo descuidado de los mismos pueden ser mayores a los que se muestran en algunos tutoriales de youtube.
Considerando los diversos usos que se puede dar a las naves no tripuladas en el futuro, es importante que la regulación que entrará en vigor a partir de diciembre sea tomada en serio, ya que al saber aprovechar este tipo de tecnologías en campos como el de trasporte de mercancía o la agricultura la presencia de drones en el espacio aéreo crecerá.
Para obtener la licencia para vuelo de drone, es necesario tomar un curso de vuelo en una escuela certificada, ser mexicano de nacimiento, tener más de 18 años, contar con cartilla de servicio militar liberada, haber terminado la preparatoria, y tener buen estado de salud, ya que para obtener el documento es necesario pasar un examen médico aeronáutico que es muy estricto, señaló el directivo.
Con la entrada en vigor de la normatividad para el vuelo de las aeronaves no tripuladas, se espera que se despierte el interés del público por regularizar sus incursiones aéreas y por aprender más de esta tecnología que bien aprovechada podrá reducir costos y optimizar procesos en diversas industrias.