El CJNG intentó avanzar hacia la cabecera municipal, justo como lo hizo en Aguililla, pero halló resistencia. Es la guerra por Michoacán

El CJNG intentó avanzar hacia la cabecera municipal, justo como lo hizo en Aguililla, pero halló resistencia. Es la guerra por Michoacán

Carlos Vargas Sepúlveda

El CJNG intentó avanzar hacia la cabecera municipal, justo como lo hizo en Aguililla, pero halló resistencia. Es la guerra por Michoacán. 

Tepalcatepec, Michoacán, 25 de septiembre (SinEmbargo).- “A las seis de la tarde habrá una reunión de emergencia en el jardín Lázaro Cárdenas”, vocea una camioneta mientras recorre el pueblo de Tepalcatepec. Es el domingo 22 de agosto de 2021. Desde las 5:30 cientos de pobladores, mujeres, hombres, niños y ancianos, arriban al punto indicado. Luego llegan las autodefensas y policías rurales. El comandante “Tilín” toma el micrófono y pide que todos los que estén en condiciones optimas para pelear contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) acudan pronto a las barricadas. Faltan 23 días para que los soldados de Nemesio Oseguera Cervantes se aproximen a las puertas de su pueblo.

“No sabemos cuándo vengan (los integrantes del CJNG), ojalá no vengan, pero si vienen ahí vamos a estar presentes para responder con lo que podamos. Necesitamos el apoyo de todos. Hay muchos jóvenes, hombres de batalla que sé que pueden hacerlo. No se asusten. Traen sus armas. Hay que saberlas utilizar. Armas no son sólo para presumirlas. En Tepeque todos somos de armas tomar”, dice “Tilín”, quien lidera a las fuerzas locales armadas.

“Necesitamos que nos apoyen a los que tenemos muchos años ahí (en las barricadas). No estamos porque nos gusta. Estamos porque no queremos sufrir más tiempo. Se están complicando las cosas. Nosotros queremos vivir en paz y esa gente (del Cártel Jalisco) quiere vivir de nosotros”, agrega. Sus palabras provocan silencio al principio, luego hay aplausos, algarabía.

Es el 14 de septiembre de 2021, la víspera de las fiestas patrias mexicanas, cuando decenas de camionetas avanzan por las veredas que conectan a Tepalcatepec de Aguililla, en la Tierra Caliente michoacana. Son ellos, “los jaliscos”. Se colocan muy cerca de la cabecera del municipio en el que nació José Manuel Mireles Valverde, quien condujo en su momento a las autodefensas a librar batallas contra los Caballeros Templarios. Sólo civiles armados les hacen frente desde las barricadas. Es la guerra.

Mientras Silvano Aureoles Conejo, Gobernador saliente de Michoacán, y el Presidente Andrés Manuel López Obrador preparan sus respectivos gritos de independencia, en Tepalcatepec se viven horas y horas de enfrentamientos y confusión. “Ya les cayó puro Jalisco”, dice en un mensaje de voz un supuesto narco del CJNG. “Llegaron las cuatro letras, perros. Puro cuatro letras”, añade. La grabación, difundida por el periodista Humberto Padgett, es enviada desde el teléfono de una de las víctimas de la batalla a su familia. Repiten el proceso con los demás. “No nos cansamos de matarles gente, perros”.

Los disparos se escuchan de día y de noche en el “cerro de los tepalcates”, significado de Tepalcatepec en náhuatl. Retiembla la Sierra Madre del Sur y los cerros de Cabeza de Vaca, la Chuta, la Cocina y La Romera. Las autodefensas logran resistir el embate del grupo criminal.

La jornada violenta deja un saldo de cinco personas sin vida. La Fiscalía de Michoacán reporta que los cuerpos, baleados y con heridas causadas por objetos punzocortantes, fueron abandonados en el poblado de La Estanzuela, perteneciente a Tepalcatepec. Las víctimas, identificadas como Ángel Raúl, Jaime Candelario, Gabriel, Martín y Víctor Manuel, son conducidas hasta el Servicio Médico Forense para que se les practique la necropsia de ley.

Tepeque, como llaman los locales a Tepalcatepec, aún cuenta con el apoyo de las autoridades federales, las cuales tienen un retén de revisión en la salida a Apatzingán y realizan patrullajes, sin embargo, en sus periferias, según los pobladores, se encuentran múltiples campamentos de integrantes del crimen organizado, quienes buscarían apoderarse de la región como lo hicieron entre abril y mayo de este año de Aguililla, la tierra en la que nació Nemesio Oseguera Cervantes.

El llamado de las autodefensas de Tepalcatepec se mantiene. No sólo piden que la población acuda a pelear, también que las autoridades estatales y federales se esfuercen más para detener los ataques de la Nueva Generación de Jalisco.

*Domingo 22 de agosto de 2021. Ana, habitante de Tepalcatepec, toma el micrófono y habla ante cientos de pobladores: 

—Sé que les interesa vivir en paz, vivir tranquilamente. Quiero darles las gracias por venir. Todos queremos vivir bien, todos queremos vivir tranquilamente. Hay gente que nos cuida y necesita comer. Si están allá (en las barricadas), necesitan comer. Es una manera de cuidarlos. Sabemos del peligro y del riesgo que es estar cuidando la barricada. Son merecedores de un plato de comida saludable y calientito. No es fácil. Aunque tengan comida, no pueden comer. Si están en peligro no se pueden mover. Deben esperar el momento adecuado. Tenemos años viviendo estas crisis. ¿A qué hora llegará la responsabilidad a aquellos que están esperando que alguien más haga las cosas por nosotros?

Seguimos vivos los que creemos en nosotros. Nuestra gente todos los días arriesga sus vidas. Damos gracias a Dios que estamos vivos. Alguien más está arriesgando la vida por nosotros. No queremos guerras, ya tenemos familias divididas. No queremos vivir con miedo. El Gobierno federal y el Gobierno estatal son responsables de lo que está pasando. Quiero pedir a todos los compañeros que no están apoyando que vayan y se enlisten en un grupo. Vayan y apoyen. Vayan y que vean (los enemigos) la presencia de todos nosotros. Nos interesa un Tepalcatepec en paz. Hasta con una resortera, vayan.

Lo vivimos todos los días y lo estamos viendo. Yo les quiero pedir: hay que unirnos. Si no quieren ir, apoyen. Se hace de comer en la mañana, al mediodía y en la noche. Se necesita gasolina, pues debe haber vehículos disponibles. Ayúdenos a ser más fuertes para que las familias no dejen sus casas y las rancherías. Familias de La Ruana hoy viven abajo de un puente en Tijuana. Están pasando fríos. Se fueron porque creían que los estaban esperando con los brazos abiertos en Estados Unidos. Es una vil mentira. Al que pudo pasar, bendito Dios.

Todos trabajamos, nada nos cuesta hacer una despensa y llevarla a los centros de acopio. Tepalcatepec sigue fuerte y sigue unido. ¿Sí?

*La multitud responde: ¡Sí! 

Más fuerte, que se oiga.

*La multitud vuelve a responder: ¡Sí!

Pongámonos en el lugar del que está en la barricada o de la señora que no duerme porque tiene a sus hijos allá. Somos un pueblo que ha puesto el ejemplo a niveles internacionales. No queremos muerte, queremos paz, pero tampoco queremos dejar el pueblo porque alguien más lo quiso. Me preguntan: “Ana, ¿no tienes miedo?”. Ya olvidé el miedo. Reclamamos que nos dejen vivir en paz, que nos den lo que nos hemos ganado.

*Ana se despide de la gente y entrega la palabra al comandante “Tilín” en el quiosco central de Tepalcatepec: 

-Buenas tardes a todos. Mi mensaje va a ser breve. Le pido a todos que tengamos conciencia por los compañeros que andan en batalla. Es un cansancio. Muchos no vienen en 8, 15 días, un mes, cuidándonos aquí en el pueblo. Digo cuidándonos porque yo también, aquí la mayor parte del tiempo, nos la pasamos alrededor del pueblo. Estamos pidiendo a todos los jóvenes, a los señores, que tengan su edad, todos tiene armas… Sabemos que sí tienen armas para que salgan a apoyar aquí alrededor del pueblo. Se va a ocupar. No tardamos mucho que vamos a tener que enfrentar igual como al principio. Y más fuerte. Anoche les tocó a gente que andaba por allá por la barranca, por aquellos rumbos, tuvieron una batalla. Es la misma gente la que siempre se presenta. A algunos se les da algo, algunos lo hacen por voluntad.

Aquí en el pueblo queremos que nos apoyen. Yo en lo personal las veces que salgo veo a los jóvenes con sus pistolotas, presumiéndolas ahí. Aquí no hay que presumir nada en el pueblo. Hay que presumirlas a los que vienen a perjudicarnos (a los del Cártel Jalisco). Si los dejamos entrar… mucha gente dice: “yo no tengo nada que ver”. Todos tenemos que ver. Todos estamos enredados. Todos tenemos algo que ver. Si los dejamos entrar será peor.

La gente de los ranchos, mucha gente, las familias de los ranchos que andan apoyando, necesitan comer. A mí me ha tocado irles a pedir que les hagan de comer a sus hijos. No es nada más para la gente que anda apoyando. Es para la misma familia porque los esposos no tienen tiempo para trabajar, no se puede trabajar. Les pido de favor que dejemos de presumir. Ya se llegará el día en que podamos presumir como nosotros queramos disfrutar sin perjudicar a terceros. Yo, como representante de la autoridad, les pido una disculpa si a alguien lo he molestado por irle a llamar la atención. Estamos en alerta roja. No podemos escuchar un balazo o balazos. Pasamos y les decimos de favor, se les pide mantener moderación.

Les pedimos, a las mujeres, si saben rezar, que recen una oraciones o de perdida que hagan unos tacos de frijoles y se los hagan llegar a las barricadas: aquí en El Fortín, en Cholula. A veces pasa: dicen “están nomás ahí”, pero nadie quiere arrimarse a la hora que están los balazos. Es fuerte la situación. Está bien fuerte. Esperamos que hagan presencia todas las personas. Si pueden armar su grupo, hay líderes que pueden armar sus grupos de gente. Denos su horario.

Ya hay gente en las barricadas que no se pueden bajar, ya no pueden venir al pueblo porque no hay gente que apoye. Nadie los va a amenazar, nadie los está amenazando, todos vamos a trabajar en lo que podamos trabajar. Hay que hacerlo, pero sí queremos el apoyo al pueblo. Estamos rodeados en el pueblo. Tal vez hay gente que no lo sabe… está tapado yendo a pueblos vecinos.

Tenemos que resguardar a todos los que estamos en el pueblo. Estamos al pie del cañón. Ellos no vienen preguntando o pidiendo de favor, ellos van a agarrar a quien sea. Por favor, se les pide que tengan conciencia. Vamos a hacer grupitos. Veo aquí caras que tienen muchos amigos, tienen trabajadores, para que hagan sus grupos: hoy me toca a mí. Nos vamos turnando. La gente necesita descanso, necesita dormir. Está difícil la situación. Hace rato oyeron, igual que todos los días, cómo están tirando en El Fortín. En Cholula nos dejaron en paz, no sabemos cuándo vengan, ojalá no vengan, pero si vienen ahí vamos a estar presentes para responder con lo que podamos. Necesitamos el apoyo de todos. Hay mucho joven, hombres de batalla que sé que pueden hacerlo. No se asusten. Traen sus armas. Hay que saberlas utilizar. No son para presumirlas. En Tepeque todos somos de armas tomar.

Vayan organizándose. Hagan grupitos. Hay que estar con mucho cuidado en las barricadas. Es de todos los días. Desde la mañana están tirándote. Te ven salir, te ven entrar. Están tirando. Dios sabe lo que andamos haciendo y Dios nos va a cuidar. Cuidemos también entre nosotros mismos. No tenemos la culpa de vivir así. El único responsable son las autoridades. Sin orden no van a ayudar. Desgraciadamente los jefes no los autorizan. Ojalá que el señor López obrador nos haga el favor de un día pedir que se haga lo que tenga que hacer.

Nosotros no andamos quitando lo que tiene la gente, pero a nosotros sí nos lo van a venir a quitar. Ahí les encargo, analícenlo, piensen con la almohada. Ellos (los rivales) no tiene necesidad. Nos quitan a nosotros. No es posible, nosotros no le quitaremos a nadie que ande trabajando. Ojalá podamos trabajar todos para que sea un pueblo como antes.

Prepárense y no se molesten si vamos a buscarlos. Hay líderes que pueden hacerlo. Necesitamos que nos apoyen a los que tenemos muchos años ahí. No estamos porque nos gusta. Estamos porque no queremos sufrir más tiempo. Se están complicando las cosas. Nosotros queremos vivir en paz y esa gente quiere vivir de nosotros. Ahí les encargo. Que tengan muy buena tarde todos. Gracias.

*Aplausos del pueblo. Faltan 23 días para que los hombres de Oseguera lleguen a las puertas de Tepalcatepec. 

Por Carlos Vargas Sepúlveda

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