La mayoría de los jóvenes son extrovertidos, les gusta rodearse de gente y ser el centro de atención. De hecho, en grupo suelen ser más eficientes, tener mejor ideas y producir más y mejor. Sin embargo, también les gusta estar solos de vez en cuando; disfrutar de ese momento en el que pueden ser ellos mismos, sin máscaras ni artificios. ¿Estás estresado? ¿Te agobias cuando estás rodeado de gente? Quizás tu cuerpo te está pidiendo algo de tiempo para dedicarte a ti mismo. ¿Quieres saber cuáles son estas señales?

Peleas y riñas con las personas que te rodean

Tu compañero de piso hace mucho ruido, tu amigo te ha perdido el bolígrafo o tu padre se ha olvidado de traer tu chocolate preferido del supermercado. Si estás muy agobiado y cualquier cosa te pone de mal humor, toma algo de tiempo para ti. Aléjate de tu entorno, respira, medita y cálmate. Cuando vuelvas, pide perdón y continúa con tu ritmo de vida.

Necesitas tiempo

¿Debes entregar un trabajo importante de la universidad? ¿Tienes que hacer una presentación para tu jefe? Estar rodeado de gente solamente conseguirá ponerte nervioso y ralentizar tu tarea. Siempre estará el típico amigo que te incita a salir, los padres que te interrumpen para contarte las novedades del día o los compañeros que te pedirán ayuda para terminar su escrito. Aíslate y verás cómo terminas antes y logras mayores reconocimientos.

¿Más problemas? No, gracias

Muchos de nosotros somos el paño de lágrimas para compañeros de clase o de trabajo (y no nos importa, de hecho nos gusta). Sin embargo, en ocasiones, cuando estás ocupado pero alguien te obliga a escuchar sus problemas, puede aumentar el nivel de estrés. Después de pasar un rato con esa persona, ve a un lugar en el que puedas estar solo. Allí deberás aprender a cómo trabajar tu ansiedad, mirar en tu interior e intentar conocer el verdadero problema que está causando el estrés.