Recortará 108 mil millones de pesos a los recursos federales que van a los estados y municipios vía participaciones durante 2019

Por primera vez en 20 años, se recortarán las participaciones, es decir, los recursos que reciben estados y municipios. 

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, dará un “tijerazo” de 108 mil millones de pesos a los recursos federales que van a los estados y municipios vía participaciones durante 2019, lo que implicará para algunos estados falta de liquidez en el corto plazo, pero también replantear sus presupuestos. 

De acuerdo con el avance que presentó la semana pasada del Presupuesto para el próximo año, se prevé asignar 703 mil millones de pesos a participaciones, cantidad que es menor en 13.4 por ciento o 108 mil 931 millones de pesos, respecto de las participaciones aprobadas para este año, que fueron por 811 mil 931.6 millones de pesos.

Desde el año 2000, el último año de gobierno del expresidente Ernesto Zedillo, las participaciones han sido aprobadas por el Congreso cada año al alza, sería hasta ahora, en 2018, que por primera vez en dos décadas los legisladores aprueben una cantidad menor de participaciones respecto de un año anterior. 

Expertos señalaron que el “tijerazo” a participaciones podría venir por tres frentes: una menor recaudación participable por reducción de impuestos; menos recursos del Fondo ISR por la reducción de salarios a los servidores públicos que planea López Obrador; así como ajustes al IEPS, que podrían derivar en una reducción en la recaudación de ese impuesto. 

La recaudación federal participable son recursos que percibe la Federación por concepto de impuestos federales, derechos de minería y una parte de los ingresos del Fondo Mexicano del Petróleo; esta recaudación está sujeta a variaciones macroeconómicas, por lo que los recursos que reciben los estados y municipios también varían.

Modificación de impuestos 

Diego Díaz, investigador del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), indicó que si bien no se modificará la ley, a los estados se les puede afectar de forma indirecta, esto es mediante la modificación de impuestos, algo que se aplicará en la franja fronteriza con la reducción del IVA e ISR. 

“Puede ser que estiman menos ingresos en el futuro y por ello el Fondo General de Participaciones se reduce y a su vez se reducen las transferencias. Bajar IVA en la frontera también tendría implicaciones sobre los gobiernos estatales, esto en un contexto de alta dependencia”, expuso Díaz. 

Los estados reciben las Participaciones a través de 13 fondos, el Fondo General de Participaciones es el primero en importancia y proviene de la recaudación federal participable, mientras que el segundo más importante es el Fondo Impuesto sobre la Renta (ISR). 

Datos de SHCP muestran que en 2017 los estados recibieron 772 mil 122.3 millones de pesos de Participaciones, de los cuales, el 73 por ciento de los recursos provino del Fondo General, es decir, 560 mil 742.6 millones de pesos, en tanto, 8 por ciento vino del Fondo ISR, esto es 59 mil 387.1 millones de pesos, lo que lo convierte en el segundo fondo en importancia.

Menos salarios 

Kristobal Meléndez, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), indicó que el Fondo ISR tiene un peso importante que puede verse disminuido porque “se está esperando un modelo austero en el cual haya una disminución de sueldos del personal de las entidades, entonces, esa recaudación sería menor y sí vendrían menos participaciones”. 

Los expertos coincidieron en que si bien aún no se sabe cuál será la política de IEPS a gasolinas, si el próximo gobierno realiza ajustes o cancela impuestos, los fondos relacionados con la recaudación de esos gravámenes se verían afectados y tendrían implicaciones sobre las transferencias que bajan a los estados que se alimentan de impuestos federales. 

Meléndez advirtió que un recorte a las participaciones implicará para algunos estados falta de liquidez para cubrir compromisos de corto plazo, principalmente para aquellos más endeudados, por lo que tendrán que replantear sus gastos en sus presupuestos del próximo año. 

La Ley de Coordinación Fiscal es la encargada de regular las transferencias de la federación a estados y municipios y, de acuerdo con el futuro titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, esa ley no será reformada en la primera mitad del sexenio, por lo que las fórmulas de distribución siguen vigentes en 2019.