Coca cola mata a 40.000 mexicanos cada año
El gobierno mexicano tiene a un personaje que señala buena parte del problema de obesidad en el país. Hugo López-Gatell definió como “veneno” a los refrescos azucarados que se venden libremente en México, un reclamo que sumó tanto apoyos como detractores. Pero el subsecretario no miente, el consumo de refrescos mata a 40.000 mexicanos cada año.
La refresquera Coca-Cola, en México administrada por Femsa, es una de las empresas señaladas históricamente por el grave daño que causa al cuerpo humano su consumo constante. Es la bebida responsable por miles de casos de diabetes, hipertensión y obesidad mórbida en México, una realidad que queda clara en sus ganancias y en su publicidad masiva, presente en prácticamente todos los canales de comunicación. Gatell apunta a su regulación.
Si bien hay otros factores de peso para la gravedad de enfermedades y muertes en el país por productos atiborrados de azúcar, el gobierno de Vicente Fox fue el que operó estratégicamente a favor de la empresa estadounidense. Recordemos que el panista trabajó como director en Coca-Cola y, desde que llegó al poder, se encargó de que el refresco estuviera en cada rincón del país sin ningún tipo de advertencia sobre los daños que ocasiona.
La población ha reaccionado de formas distintas ante las condenas de López-Gatell. En principio los detractores señalan que Coca-Cola no forza a los mexicanos a consumir sus productos, pero estos comentarios no contemplan que hay comunidades en donde hay bebidas azucaradas antes que agua potable, además de ignorar los millones de dólares que Coca-Cola dedica a la compra de publicidad sin alertar de los daños que generan sus productos.
Junto a López-Gatell, otro sector de la sociedad aboga para que se trabaje en una regulación y etiquetado más severo para este tipo de sustancias. Y es que una botella de 600 mililitros de Coca-Cola aporta tres veces más cantidad de azúcar que la recomendada al día para una persona. Buena parte de las muertes por coronavirus en el país están ligadas al consumo masivo de estas bebidas poco reguladas.
El consumo diario de refrescos de esta y otras compañías aumenta en un 60% la posibilidad de contraer diabetes para los niños, y un 26% para los adultos. Actualmente, legisladores y gobernadores incluso han defendido a estas empresas del azúcar, asegurando que dan empleos e informan sobre los peligros de sus productos. El gobierno federal no ha anunciado reformas para regular su venta y consumo, pero al menos un personaje critica públicamente su presencia en todo el país.