Con 1 policía por cada 8000 habitantes explota la inseguridad, los sayulenses viven bajo el terror de la delincuencia.

“No se nada de problemas de inseguridad porque la población no ha denunciado” Daniel Carrión.

Sayula, Jalisco. Ubicado a 107 km de Guadalajara era conocida por su hospitalidad de su gente y su excelente clima. Eso era en el pasado, hoy en día, Sayula muchos opinan que es el lugar mas inseguro de todo el estado. Por una parte el porcentaje de enfermedades como el cáncer se han proliferado exponencialmente, prácticamente todas las familias tienen un familiar con algún tumor cancerígeno. Por otra parte, la inseguridad.

Mas en este articulo no hablaremos tanto de las miles de toneladas de glifosato tiradas a granel en los campos de cultivo en donde laboran miles de sayulenses e indígenas de otros estados bajo condiciones de esclavitud con salarios miserables, sin contratos fijos de trabajo y expuestos a todo tipo de agroquimicos. En esta ocasión, hablaremos “muy superficialmente” de el tema Inseguridad.

27 policías para 45 mil habitantes.

En el municipio de Sayula existen solo 27 policías en la nomina, estos se tienen que turnar para satisfacer las necesidades de Sayula, Usmajac, Tamaliahua y El Reparo. Laborando 5 días a la semana esto corresponde a 19.35 elementos policiales por día. Dividido en 3 turnos de 8 horas a 6.45 policías por turno.

De estos 6.45 policías por turno, 1 se queda de guardia atendiendo el teléfono y cuidando a los presos de el reclusorio municipal, el resto, 5.45 esta encargado de velar por la seguridad de 45 mil habitantes, lo que corresponde a aproximadamente 1 policía por cada 8200 habitantes.

1 policía por cada 8200 habitantes esparcidos en 295 km². Una tarea imposible, pero para el alcalde Daniel Carrión parece no tener importancia.

Los bancos y cajas de cambio carecen de seguridad y parecen tener un letrero diciendo “asaltame”.

Tamaliahua y el Reparo no han visto una patrulla en meses, Usmajac solo esporádicamente en promedio 1 vez por semana.

Los barrios marginados que comprenden 85% de el área metropolitana de Sayula carecen todos de seguridad. Existen cientos de cantinas (1 por cada 75 habitantes) esparcidas estratégicamente por toda la población, la cantidad de narcotienditas es desconocida, nadie se atreve a hablar de ello, y por motivos obvios, evitaremos mencionar el tema lo mas que podamos.

En Sayula 7 de cada 10 niños de entre 9 y 15 años han probado y/o son adictos al cristal.

Abundan en el municipio las cantinas ilegales, la cantina ilegal mas grande de Jalisco se encuentra en el Tianguis nuevo, en donde día. con día., las 24 horas del día. se puede ver a jóvenes ingiriendo alcohol y drogas sin que el alcalde Daniel Carrión paresa interesarle.

En Sayula abundan los suicidios, unos por hambre, otros por drogas, la mayoría por miseria.

El alcalde mas preocupado en maquillarse para las fotos de Facebook que en la seguridad de el municipio.

Miles de fotos en las redes sociales son testigos mudos de el cinismo de un ex-porro estudiantil, inflado por el caciquismo para ser instalado como alcalde en un intento de unas pocas familias de caciques por seguir controlando la política y el gobierno de Sayula.

En las fotos podemos ver al alcalde acompañado de pantallas gigantes autoalabandose, saludando a los mas desprotegidos presumiendo ayuda que viene desde la federación o el estado pero no de el.

Daniel Carrión que hace menos de 8 meses no tenia ni bicicleta, ahora tiene carro, relojes de oro, trajes y se puede dar el lujo de despilfarrar dinero. No solo el, también sus cercanos allegados traen ahora carros del año, se pueden pagar vuelos a Cancun, cerrar cantinas enteras y gastar dinero como en un sueño.

La droga se sigue vendiendo a todo lo que da, el alcalde feliz no parece entender que en tan solo 4 meses ya tiene manchadas las manos de sangre.

“Mi hija esta desaparecida señor presidente” le reclaman en las redes sociales. “Secuestraron a mi hermana”, “Por mi casa venden cristal”, etc. son las denuncias que día. con día. y con mas intensidad recibe el alcalde, sin embargo el cobarde alcalde desmiente las acusaciones insinuando que son mentiras y no existe inseguridad porque no hay denuncias.

“No hay denuncias porque nos matan si denunciamos” le recriminan al alcalde.