Desmiente Rivas haber sufrido infarto, fue solo desmayo por la calor
El candidato de 75 años con síndrome de parkinson’s dice estar tan fuerte como un roble.
A primeras horas del día, las redes sociales comenzaron a mencionar que el candidato del PAN/PRD/MC Samuel Rivas habría sufrido un infarto. La noticia que causo la euforia de miles de sayulenses se esparció como pólvora por toda la región creando gran incertidumbre. Se rumoraba que Rivas no pudo ser atendido en el hospital de Sayula por falta de medicamentos y que tuvo que ser trasladado a Zapotlan para ser atendido.
En Sayula durante todo el día ejercía hermetismo total en las filas de el PAN/PRD/MC y no se registraron movimientos de campaña alguno. No fue sino hasta entrando la obscuridad cuando Rivas envió un mensaje a sus seguidores informándoles que todo estaba bien y que no habría sufrido infarto alguno y que se encontraba estable y en una reunión con integrantes de el sindicato de Servidores Públicos de el H. Ayuntamiento de Sayula.
A dicha reunión asistieron una enorme multitud de 7 personas. Las cuales se encontraban visiblemente molestas por haber sido obligados a asistir a un evento después de sus horas de trabajo. “No nos pagan horas extras y ahora nos obligan a asistir (a el evento) y si no vamos, nos amenazan con corrernos”.
En dicha reunión, Samuel Rivas presumió tener el apoyo de los trabajadores del ayuntamiento. Sin embargo, la triste realidad es que Rivas estaba solo. Se le podia ver decaido, deprimido y con ambas manos temblando por el Parkinson's.
Luego de que el candidato Rivas aclarara en las redes sociales que estaba tan fuerte como un roble. La población comenzó a discutir sobre si valía la pena exponer a un viejito de 75 años a las presiones de campaña.
Hubo quienes mencionaron los efectos secundarios de la ingesta de drogas y medicamentos fuertes para el tratamiento de el Síndrome de Parkinson's del que padece el candidato. Otros incluso mostraron su preocupación por los costos de las mantillas para adultos que el candidato utiliza y que la población no quiere pagar. "Nos oponemos a pagarle las mantillas al viejito" se comentaba.
