Extraña granizada sepulta la zona metropolitana de Guadalajara
En el Oriente de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) el hielo se agolpó durante la madrugada de ayer. En menos de dos horas, los testigos vieron cómo alcanzó altura, bloqueó calles, sepultó vehículos y se metió a empellones en las viviendas.
De acuerdo con las autoridades, la granizada afectó a 457 casas de Guadalajara (215) y Tlaquepaque (242). También dejó 50 vehículos varados.
Los inmuebles dañados se ubican en colonias como Álamo Industrial, Atlas, El Rosario, Rancho Blanco, San Carlos, Álamo Oriente, Álamos, La Capacha, El Tapatío, El Vergel, fraccionamiento Revolución, Zona Centro y Las Huertas.
El presidente municipal de Guadalajara, Ismael del Toro, afirmó que 10 personas de ambas demarcaciones fueron atendidas luego de presentar diversos cuadros de hipotermia.
La alcaldesa de Tlaquepaque, María Elena Limón, pidió a la ciudadanía “no arriesgar su vida” e invitó a que, en caso de alguna situación similar, las personas se acerquen a los albergues municipales.
El secretario General de Gobierno, Enrique Ibarra, acentuó que se comunicó con la Coordinación Nacional de Protección Civil para que, luego de documentar los daños, se pueda aplicar el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) y el Fondo Estatal para Desastres Naturales (Foeden), de modo que se restituya el menaje de las familias perjudicadas.
En la limpieza de las vías e inmuebles de la zona afectada participaron 950 trabajadores municipales de Guadalajara, Tlaquepaque, Zapopan y Acatlán de Juárez, así como de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos Jalisco (UEPCBJ), brigadistas de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) y del OPD Bosque La Primavera. Entre ellos había 103 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes pusieron en marcha el Plan DN-III.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indicó que en las próximas horas un canal de baja presión atmosférica, que se extiende en el Occidente y el Centro del país, ocasionará lluvias fuertes en Jalisco, Nayarit, Colima, Michoacán, Guerrero, Estado de México y Ciudad de México.
“De repente el agua con hielo llegó como un río”
La granizada tomó por sorpresa al Oriente de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG): provocó que el hielo se acumulara (y que alcanzara más de un metro de altura), que bloqueara calles, invadiera viviendas y enterrara vehículos.
Las autoridades señalaron que las colonias más afectadas se ubican en Guadalajara y Tlaquepaque. Entre ellas están Álamo Industrial, Atlas, El Rosario, Rancho Blanco, San Carlos, Álamo Oriente, Álamos, Capacha, El Tapatío, El Vergel, Fraccionamiento Revolución, Zona Centro y Las Huertas.
El granizo tapó durante horas las laterales de la avenida Lázaro Cárdenas, entre las calles Dos Cañas y Fuelle. Entre los vehículos que dejó varados hubo tráileres.
“A las dos de la mañana empezó la granizada. En ese momento mi hija me empezó a gritar que el agua se empezó a meter por la ventana. Nunca habíamos visto algo así”, contó Omar García, vecino de la zona.
Él y otros testigos estimaron que la tormenta duró aproximadamente dos horas.
Ante la contingencia, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) activó el Plan DN-III en los sitios afectados y desplegó a 103 elementos para ayudar en el retiro del granizo y el control del tráfico.
“Por las condiciones de clima no hay una situación igual. Hemos tenido fuertes granizadas en la Ciudad de México, pero no con la magnitud de afectación que se registró en este momento”, afirmó el comandante del 14 Batallón de Infanteria, Sergio López Lara.
Pedro también presenció el fenómeno. Compartió que en la madrugada conducía su camioneta por Lázaro Cárdenas, a la altura del Álamo Industrial, rumbo a su trabajo.
Fue ahí cuando de manera súbita se vio superado por la lluvia.
“Yo venía pasando aquí como a las dos de la mañana y de repente el agua con hielo llegó como un río. Ya cuando quise salir no podía porque estaba ahí atrapado”, dijo.
Durante la mañana de ayer observaba su camioneta, que quedó atorada en el cruce de la vía mencionada y la calle Esmeril.
Recordó que quiso escapar del aguacero, pero la camioneta “iba flotando y me arrastró hasta acá”.
Él permaneció horas encerrado dentro del vehículo, hasta que el granizo se derritió.
Sin embargo, la precipitación también azotó viviendas y negocios. Juan Antonio, socio de una refaccionaria para motocicletas, acentuó que el hielo barrió con la cortina del establecimiento y entró de lleno y cerró el paso.
En la entrada del taller, los empleados lucharon contra los bloques blancos. Juan Antonio comentó que no tiene idea de los daños, pero estimó que las reparaciones le tomarán al menos una semana.
“Yo gritaba, lloraba, rezaba. Ya no hallaba qué hacer, nomás abrazar a mi hija. Nunca había visto algo así”, compartió Marta, quien tiene su domicilio sobre la calle Esmeril.
La lluvia la sorprendió por la madrugada, cuando comenzó a invadir la planta alta de su casa. El granizo tapó las tuberías y salió por el baño. En 16 años como habitante de la zona nunca había visto algo parecido.
En las calles aledañas, otros vecinos armados con escobas y palas expulsaron el hielo del interior de sus propiedades. Otros se tomaron fotografías e incluso jugaron.
Pedro se rió al mencionar que al menos ya no tuvo que ir a trabajar. Sólo le quedaba esperar a que el granizo se derritiera para que una grúa pudiera llevarse su camioneta.