El 19 de septiembre de 1985 es recordado como el día más trágico en la historia de Ciudad Guzmán, municipio de Zapotlán el Grande, Jalisco. El sismo de 8.1 grados en Escala de Richter que sacudió al país causó 32 muertos, 900 heridos y alrededor de 320 familias damnificadas en la cabecera de la región sur del Estado, según documentó Carlos Monsiváis en “No sin nosotros” (2005).

La tierra les recordó su fuerza a los habitantes de Ciudad Guzmán el 20 de septiembre del 2012, cuando una de las fallas geológicas que atraviesan la ciudad dejó ocho viviendas inhabitables, cinco más con daños y ocasionó un sismo perceptible en la ciudad. A pesar de ello, hoy una de las obras más presumidas por la actual administración local fue construida sobre la falla y está a punto de inaugurarse.

– Una escuela primaria –

El 17 de marzo del 2016, de manera unánime, el cabildo del ayuntamiento de Zapotlán aprobó la donación del terreno AU, BI16 a Nissan Andanac, fundación que había manifestado la intención de construir una escuela primaria para los niños y niñas del municipio.

La escuela se llamará Manuel Chávez Madrueño, tendrá seis aulas, un salón de usos múltiples, una cancha, un área de juegos y butacas de paleta para 320 niños en dos turnos.

Durante la sesión se aplaudió el trabajo de la Dirección de Desarrollo Territorial del municipio que determinó como factible la edificación de la obra en el predio, ubicado en el límite sur de la ciudad. Así quedó asentado en el oficio 218/12/2015, del que este medio tiene copia.

Para dar esa determinación, la dirección de Desarrollo Territorial de Zapotlán se basó en el Plan Parcial de Desarrollo Urbano de Zapotlán (PPDU) pero omitió un detalle: el Atlas Municipal de peligros y riesgos naturales municipales más reciente, generado por el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG) marca que el terreno AU, BI16 es atravesado por la falla geológica.

– Atlas y planes de desarrollo que chocan –

Debido a su sismicidad, a su cercanía con el Volcán de Colima y a su falla geológica evidente desde el terremoto de 1985, entre otras cosas, Zapotlán el Grande fue uno de los primeros municipios de Jalisco en contar con un atlas de riesgos naturales.

Según el director de Estadística y Geografía Ambiental del IIEG, Maximiano Bautista Andalón, un atlas de riesgos naturales sirve a una sociedad para evitar desastres naturales y sus repercusiones económicas y humanas.

En 2005 la Secretaría de Desarrollo Social, el Ayuntamiento 2004-2006 y la empresa Temblores, Similares y Conexos S.A. de C.V. crearon el Atlas de Peligros Naturales de Zapotlán. En dicho documento se observa que los maizales que hoy son el fraccionamiento La Primavera I –incluido el predio AU, BI16- estaban atravesados por la falla geológica.

 

Para agosto del 2013, la administración 2012-2015 encabezada por el hoy diputado José Luis Orozco Sánchez Aldana, publicó el PPDU, documento en el que el último kilómetro del extremo sur de la falla ya no estaba. Cinco meses después la Unidad Municipal de Protección Civil y Bomberos del municipio dio su visto bueno al representante de la Constructora ROASA, S.A. de C.V. para que urbanizara 247 lotes de lo que hoy es el fraccionamiento La Primavera II, en el área donde la falla “desapareció del mapa”.

Sin embargo, dos años después el IIEG volvió a confirmar lo dicho en el Atlas de Peligros Naturales de Zapotlán 2005. En su Atlas Municipal de Peligros y Riesgos naturales publicado en 2015, el IIEG señala que el predio AU, EIB-16, que el municipio donó a la fundación Nissan Andanac para construir la escuela primaria Manuel Chávez Madrueño, está tocado por la falla geológica.

Al día de hoy, en su Sistema de Información Geográfica disponible en la web, el IIEG sigue considerando que los riesgos por la falla geológica, sismicidad, erosión, hundimiento, entre otros, son muy elevados en el predio AU, EIB-16.

 

 

 

– Es controversial, no lo podemos negar: Ordenamiento territorial –

Para el director de Ordenamiento Territorial del Zapotlán el Grande, José Covarrubias García, el que el PPDU del año 2013 no incluya el extremo sur de la falla geológica identificada en el Atlas 2005 y ratificada en el Atlas 2015 es motivo de controversia.

“No entiendo por qué hay esa discrepancia con el de protección civil. Porque, en teoría, o ellos debieron haber tomado la plantilla de los planes parciales, o al revés: al elaborar un plan parcial debo tomar la plantilla del Atlas de riesgos. No puede haber documentos distintos. Eso no puede ser ni debe ser”, dijo en entrevista el pasado mes de agosto.

Sin embargo, para el funcionario que calificó como “factible” la edificación de la escuela primaria en el predio AU, EIB-16, no hay riesgo para los niños y niñas y personal que acudirán al centro educativo una vez que este se inaugure en agosto del presente año.

“Por principio de cuentas nosotros dimos esa autorización porque hay un estudio de riesgos favorable (…) Por tratarse de un centro escolar, nosotros pedimos un estudio de mecánica de suelos a la empresa constructora, Nissan Andanac. Se hizo un estudio de mecánica de suelos y ese estudio da las recomendaciones para el tipo de construcción que se puede realizar ahí. Ahí, seguramente, al hacer esas recomendaciones, están considerando la presencia de la falla, aunque visiblemente no se aprecie”, dijo Covarrubias García.

El director de Ordenamiento Territorial del Zapotlán el Grande dijo que el estudio de mecánica de suelos que Nissan Andanac habría realizado en el predio AU, EIB-16 no es público y manifestó su confianza en los materiales de construcción de la nueva escuela Manuel Chávez Madrueño.

“Es una construcción de un piso que no representa ningún problema. Además tiene una loza de cimentación corrida, que es lo más recomendable para zonas sísmicas”, concluyó Covarrubias.

– Arriba de la falla no debe haber nada: investigador –

El sismo del 20 de septiembre del 2012 que dejó ocho viviendas inhabitables en Ciudad Guzmán fue originado porque la falla que atraviesa a la ciudad se hundió 10 centímetros, explicó el jefe del departamento de Geografía y Ordenamiento Territorial del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara, Carlos Suárez Plascencia, quien participó en los estudios posteriores a dicho terremoto.

Suárez Plascencia, quien también formó parte del equipo que elaboró Atlas de riesgos de Zapotlán del año 2005, insistió en que no es recomendable ningún tipo de construcción donde las autoridades como el IIEG señalan riesgos por la presencia de una falla geológica.

“Una falla geológica, cuando se mueve, genera temblores. Si tú tienes encima o muy cerca edificaciones, estás pegado a la fuente sísmica y tu edificación va a salir afectada, aunque sea loza, lo que le pongas. Hace unos años la falla geológica de Zapopan, que está a ocho kilómetros, se movió y generó un terremoto fuerte en todo Guadalajara. Ahora imagínate la gente que está a metros de la falla”.

Suárez Plascencia apuntó a que las fallas geológicas pueden tomarse como áreas de oportunidad si los municipios convierten sus áreas de amortiguamiento en parques lineales que brinden servicios ambientales y áreas de convivencia a la población. Reconoció que este tipo de planes son costosos, pero sugirió a los municipios planearlo para que sea realidad a largo plazo.

“Tiene que pensarse la manera de ir haciendo esto poco a poco e ir dejando libre el paso a esa falla. La falla de Guzmán va a seguir moviéndose (…) Es prudente que dentro de la planeación urbana se tome este tipo de medidas y no solamente estar pensando en –desarrollar- infraestructura urbana”, concluyó.