La apuesta que el Partido Acción Nacional hace por una gran alianza electoral a nivel nacional y concretamente con el partido Movimiento Ciudadano a nivel estatal para las elecciones intermedias de 2021, refleja que los panistas están “moralmente derrotados”.

Al triunfo presidencial de Morena en 2018, si bien el PAN contendió con la alianza “Por México al Frente” -junto con el PRD y Movimiento Ciudadano-, se apostó que se convertiría en la principal fuerza de oposición en el país desde el Congreso de la Unión. Su candidato presidencial, Ricardo Anaya, obtuvo 12 millones 610 mil 120 votos que significó el 22.27% del total; en tanto que si como coalición sumó 38 senadores y 129 diputados, en lo individual llevó 23 a la Cámara Alta y 81 a la Cámara Baja.

Sin embargo, como oposición sus esfuerzos han sido infructuosos e insuficientes no sólo para contrarrestar la avalancha legislativa morenista sino para sumar nuevos adeptos ante la decepción que a muchos ciudadanos les ha provocado el gobierno lópezobradorista y en particular el presidente de la República.

En los espacios más visibles, como son las redes sociales, no hay registro de que el PAN se haya convertido en la opción ciudadana para los comicios del año próximo como para augurar un amplio crecimiento en las preferencias. Y menos cuando su dirigente nacional, Marko Cortés, a casi un año de las próximas elecciones, se pronunció ya por un gran bloque partidista. Ningún partido opositor se sumó a su propuesta… por ahora.

Aquí en Jalisco, es ahora el ex gobernador Emilio González Márquez quien se pronuncia por una alianza con Movimiento Ciudadano, aunque lo que debió declarar es que “debe de continuar” la alianza que el PAN sostiene con MC desde las elecciones del 2015, particularmente con el alfarismo.

Sin embargo, González Márquez advierte que dicha alianza no debe ser a cambio de “migajas”, porque el PAN no puede ser el PT de Morena o el Partido Verde del PRI. Pero la realidad echa abajo las palabras del ex Mandatario, porque la verdad es que el panismo en Jalisco se conformó y se sigue conformando con las “migajas” que le deja el alfarismo, y ha hecho un magnífico papel como el PT de Morena y el Verde del PRI. Los hechos hablan tanto en el Congreso del Estado como en los Ayuntamientos, no necesito abundar más.

En Jalisco el PAN está a la sombra de MC. Incluso, quienes tiempo atrás fueron firmes opositores a una alianza con el alfarismo, hoy la ven con simpatía, quizás porque prefieren alcanzar algo de esas “migajas” que anteriormente ni eso tenían.

A las ansias del panismo por aliarse con MC, el dirigente nacional naranja, Clemente Castañeda, les ha puesto “freno” al advertir que no es el momento de hablar del tema. Y es que él sabe que ellos tienen la batuta, el sartén por el mango, que son dueños de los tiempos y que serán quienes los manejen e impongan a su conveniencia. Serán ellos quienes establezcan las reglas. Y al PAN no le quedará otra que alinearse. Puede escucharse muy fuerte y rudo, pero el panismo prácticamente “come (políticamente) de la mano” del alfarismo.

Por eso es que, salvo una verdadera sorpresa, debemos dar por hecho que el PAN hará alianza con Movimiento Ciudadano en los comicios del 2021, aún y ante la debilidad de Morena en Jalisco que, la verdad, es prácticamente inexistente como partido político.

Así, pues, que no nos extrañe que al paso del tiempo sean más las voces panistas que escuchemos pronunciándose -casi clamando-, por continuar la alianza que mantienen con Movimiento Ciudadano.

Y hacerlo un año antes de las próximas elecciones es muestra de que están moralmente derrotados.